Historia

El Hasta esta zona llegaron muchas de las civilizaciones que poblaron nuestra Andalucía. Se asentaron aquí primeramente porque era el final del camino y una zona estratégica en su situación para continuar a pie hacia la meseta y al resto de la península por ser el único paso natural posible para acceder, al paso de Despeñaperros. Además de todo esto se dieron cuenta que esta zona era rica en plata, lo que supuso un activo e intenso comercio enviando a Roma aceites, cereales, lanas, plata, cobre y plomo.

Lupión y su entorno, por sus afables condiciones naturales, seguro que siempre estuvo habitado incluso en el paleolítico, pero no sólo Lupión, sino también cualquier paraje atractivo como:

  • EL CASTILLEJO.- En donde encontraron restos paleolíticos hoy guardados en el Museo de Jaén y donde posteriormente fue construida una fortificación árabe.
  • EL TESORO.- Que es una colina amesetada con gran control sobre su entorno y que se corresponde con una villa de grandes dimensiones.
  • LAS CASAS DE HURTADO.- En donde se encontraron varios silos romanos de 1,5 metros de diámetro, en los que se halló grano, cerámica y monedas romanas.
  • EL HORNO DE GUADALIMAR.- Frente al torreón de Santa Eufemia donde se localizan grandes cantidades de cerámicas ibéricas, un horno prerromano para la fabricación de cerámica  «terra sigillata» y una necrópolis de inhumación.
  • EL LORITE.- En el patio de la casa hay restos de piedras romanas y en un mapa de 1.657 hay dibujada una ermita.
  • LA HUERTA DE CANI.- Que era sin duda el asentamiento de una villa rústica romana.
  • CAMPILLO DE GUADALIMAR.- En zona de cultivo a 50 metros de la población de su nombre, de época romana alto imperial, que es una villa documentada en donde son frecuentes los hallazgos de restos arqueológicos.
  • EL CASTILLO DEL RETAMAL.- Fortificación árabe alineada visualmente con el Castillejo, Santa Eufemia y el Torreón de Lupión,
  • EL ALAMO.- Antiquísima cortijada 5 Km. al oeste de Ibros.

Lupión era un paraje de abundante agua, pastos y numerosos lobos, de donde le viene su primitivo nombre romano de  «Luparia».

En el apogeo de la romana Cástulo se cita a Lupión por primera vez como  «zona residencial y de expansión de aquellos habitantes».

Del paso de los visigodos, se ha escrito que «cayeron sobre todo lo que olía a Roma» – Cástulo fue destruido por completo, saqueándolo y destruyéndolo todo.

Comienza ya la invasión árabe que convirtieron a Baeza con título de Noble por en principal núcleo urbano. Todo ello en detrimento de Cástulo que no quisieron aprovechar su infraestructura por el deterioro que le causaron los visigodos y porque no les interesaba estratégicamente.

Definida ya la unidad territorial de Baeza, Lupión era por tanto parte de ella junto con la mayoría de los pueblos de alrededor., todos bajo su jurisdicción.

El nombre del primer alcalde pedáneo que figura en archivos es Pedro de Padilla, que en su mandato sobre 1.441 le salpicaron muchos conflictos de linajes propios de la época, como el que tuvieron Los Valenzuela de Linares con Baeza que no era otra cosa que ganar posiciones con el fin de lograr su independencia.

Así transcurrió el tiempo hasta que en el reinado de Carlos III, concretamente en 1.784, considerándose fuertemente oprimida de las autoridades de Baeza, a negarse a pagar « el contingente de paja y utensilios que le correspondía» y sintiéndose suficiente en servicios, los entonces alcaldes pedáneos Pedro García y Pedro Juan Ramírez decidieron pedir al Rey Carlos III le librase de la tutela de dicha ciudad y para su culminación solicitaron un empréstito de 54.000 reales de vellón a las autoridades municipales de Torreperogil que se destinaría a la adquisición por Lupión de la declaración de villazgo. No nos fue prestada dicha cantidad pero salió al quite el Síndico Personero Don Juan Arredondo que accedió a prestar a Lupión 6.000 reales de vellón. Y el veintiocho de febrero de 1.784, Su Majestad, concedió la instancia El Consejo de Baeza, lejos de acatar prontamente la decisión del Rey, argumentó que no era conveniente, con lo que comenzó un periodo de expedienteo que dio su fruto favorable para Lupión el catorce de agosto de 1.795, fecha en que Su Majestad el Rey Don Carlos IV,:  «, eximió, sacó y libró al citado lugar de Lupión de la tutela que sobre él tenía la mencionada Ciudad de Baeza, haciéndola villa de por sí y sobre sí».

A partir del 16 de agosto de 1.795, comienzan los autos de posesión de Lupión como villa, requiriendo Don Bernabé de Armendáriz al alcalde para que «haga convocar y convoque, juntar y junte a los que componen el Ayuntamiento y demás vecinos a toque de campaña tañida para que mañana dieciocho concurran a las siete de su mañana en la casa Ayuntamiento» . Se efectuó la sesión formando el concejo:

El 22 de septiembre del mismo año, se colocó en sitio 
«Ladero de la Saeta», un madero que lo atraviesa en cuyo medio tiene clavado un cuchillo y cerca de ella un rollo de piedra, y en la Plaza e inmediato a la puerta de la cárcel, una argolla de fierro y bajo ella una lápida para los pies, todo en señal de la jurisdicción que Su Majestad le ha dado».

La tranquilidad de Lupión con su villazgo y rico término duró hasta 1.813, fecha en que el lugar de Torreblascopedro le solicitó a Lupión su independencia y al igual que hicieron los baezanos con nosotros, dilatamos el requerimiento hasta 1.871, fecha en que se deslindó de este municipio.

Como consecuencia del denominado «Plan de Obras, Colonización, Industrialización y Electrificación de la provincia de Jaén» , aprobado mediante la Ley de 17 de julio de 1.953, surge GUADALIMAR, pedanía construida por los Ministerios de Obras Públicas y Agricultura entre los años 1.954 y 1.958, en la Vega de su nombre, término de Lupión. Fue diseñado por el arquitecto José A. Corrales Gutiérrez con 154 viviendas de obreros agrícolas, escuela, iglesia, edificios administrativos, dos viviendas de maestro, comercio y vivienda del comerciante. Fue inaugurada personalmente por Franco en 1.961 llamándose en sus principios  Guadalimar del Caudillo y desde entonces forma parte de este municipio, habiendo sido repoblada por medio millar de habitantes pertenecientes a familias de Lupión, Begíjar, Baeza, Ibros, Bélmez, Pontones y otros pueblos vecinos.



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